
Pero el ver a gente conocida sufrir a mi lado, el recorrido siempre bien marcado y llevado por parajes preciosos con todo esto acompañado de lo bonito de correr a casi 1000 metros de altura con niebla que casi no te dejaba ver a tu alrededor y una bajada al final muy rápida y super divertida me han hecho pasar un Domingo increíble en el que hemos terminado los 16 kilómetros del recorrido en 2:20.
Como siempre digo, pero es que es totalmente cierto, más allá del resultado he disfrutado como un niño en un trail que recomiendo a todo aquel que quiera para próximas ediciones. Al final feliz y contento, de barro hasta las cejas y calado hasta los huesos.
Cabe destacar la subida final, con cuerdas más propio de circuitos militares americanos. Muy bueno.
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